Hola a tod@s! Me asomo por aquí para presentarme y para conoceros.
Hace ahora un año, me confirmaron que sufro TDAH.Ahora sé escribirlo, pero cuando se lo diagnosticaron hace 4 años a mi hijo, ni siquiera sabía hacerlo.Recuerdo que salí de la consulta de la psiquiatra eufórica,al conocer POR FIN el por qué de muchos de mis comportamientos y de mis dificultades, que durante décadas habían hecho que mi vida fuera un continuo desasosiego:tener diariamente la sensación que el mundo descansa sobre tus hombros.Yo siempre he dicho que no necesito que nadie venga a meterme en el dedo en el ojo,pues yo misma soy mi peor enemigo.
No es nada fácil vivir nuestra vida,tener una mente funcionando a tiempo completo y a pleno rendimiento,que te envía mensajes negativos que no eres capaz de frenar. La vida funciona más deprisa de lo que eres tú capaz de correr,y por mucho que lo intentes, no llegarás a alcanzarla. Y bien sabes que haces todo lo posible,el mayor de tus esfuerzos por alcanzarla, por subirte a ella cada día,porque no se note que llegas con la lengua fuera,pero claro que se nota que llegas derrapando…
Tener TDAH es vivir dentro de una radio mal sintonizada, que entremezcla dos emisoras a la vez y que ninguna escuchas.Vivir con TDAH es ir dentro de un coche a toda velocidad con una lluvia torrencial y sin que funcione el limpiaparabrisas.
No es fácil vivir dentro de una vida caótica que tú te empeñas sin suerte en ordenar,poniendo hasta el último aliento en intentar organizarla pero que cada día termina igual, sintiéndote frustado al saber que tampoco hoy lo conseguiste.
El tiempo se nos escapa como agua entre los dedos.Esto nos hace vivir siempre desbordados, abrumados siempre con mil cosas por hacer.Tú mismo te dices, a ver si mañana me da tiempo a hacer esto o hacer aquello,y el día termina,y la semana termina, y el mes termina y te ha resultado imposible resolverlo.El problema de un TDAH no es lo que nos sucede, sino cómo nos sentimos con lo que nos sucede.¿Por qué no pensamos que quizá ya hicimos demasiado, por qué no somos capaces si quiera de disfrutar en serenidad de un momento de descanso? ¿Por qué a pesar de la intensidad de nuestros días, los finalizamos creyendo que tampoco hoy estuvimos a la altura?
Mi psiquiatra me advirtió que tras la euforia del diagnóstico vendría el reconocimiento de la realidad, que finalmente no es otra cosa que asumir de verdad nuestras dificultades,tomar conciencia de ellas,aprender a vivir con ellas y hacer un esfuerzo tremendo en intentar aprender a hacer las cosas de otro modo.!Cómo si fuera tan sencillo! Nuestro día a día es todo una aventura.Es subirse en la mayor de las montañas rusas sin saber siquiera que habías comprado la entrada.Es estar arriba, y de repente, como un latizago, estar abajo. ¡Y qué difícil es estar abajo! Tener TDAH es tener una dificultad tremenda en el control de las emociones.Todo lo vives con una gran intensidad.Cuando estás bien, eres inmensamente feliz y cuando estás mal, eres inmensamente desgraciad@.Y no sabes explicar qué es lo que te pasa.Lloras desconsoladamente como si hubieras perdido a un familiar o persona cercana, pero no te ha pasado nada,nada… pero solo tienes ganas de llorar. Hacemos un esfuerzo tremendo por intentar maquillar nuestras dificultades.Sonreímos y disimulamos para que la gente que está a nuestro alrededor no conozca nuestro sufrimiento,ese que nos identifica con gente de otro planeta,del planeta TDAH.